La humanidad contra el bloqueo. La humanidad porque la Asamblea General de la ONU ha vuelto a tratar el bloqueo que sufre Cuba por 31 año consecutivo y este año los únicos países que se han mostrado a favor de este horrible crimen que sufre el pueblo cubano ha sido Estado Unidos y el estado terrorista de Israel. La otra nota discordante la ha puesto el régimen ucraniano que se ha abstenido.

Pese a la oposición del imperio y sus dos más fieles aliados en las actuales circunstancias políticas que atraviesa el mundo, la Asamblea General de las Naciones Unidas una vez más ha aprobado este jueves por abrumadora mayoría condenar el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba. De los 193 miembros de la organización, 187 votaron a favor.

Así que más que el conteo final, similar al de los últimos años, ha resultado conocer la identidad de los detractores del texto. El rechazo de EE. UU., que impuso el bloqueo a Cuba en 1960, se daba por supuesto. Israel, que está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino que tiene horro se alineó totalmente en contra de la proposición. La abstención de Ucrania, un país también en guerra que la semana pasada se abstuvo en una resolución de la Asamblea por un alto el fuego humanitario en Gaza, ha destacado en el mar de votos en verde que mostraba a la humanidad contra el bloqueo.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, exhortó al plenario de la organización antes de la votación a apoyar “la razón y la justicia”, la Carta de la ONU y el derecho internacional, y exclamó: “Dejen a Cuba vivir en paz, Cuba estaría mejor sin el bloqueo”. Rodríguez sostuvo que el bloqueo “es un acto de genocidio (…), un acto deliberado de guerra económica” con el propósito de debilitar la economía cubana, provocar hambre y desesperación en su pueblo y derrocar el gobierno.

Por su parte Manu Pineda, eurodiputado de Izquierda Unida y secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España expresaba en sus redes sociales que «una vez más, y van 31, la Asamblea General de la ONU ha aprobado una resolución condenando el bloqueo a Cuba», destacando que son 187 países los que han votado a favor de esta resolución. «Esta es una foto clara de quién está con la vida, con el derecho internacional y con la humanidad, y de quiénes están apoyando la muerte, el sufrimiento y la miseria en el mundo», expresaba el dirigente comunista.

A diferencia de las del Consejo de Seguridad, las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero reflejan la opinión generalizada y constituyen también de alguna forma un termómetro moral, lo que da a Cuba año tras año una nueva razón para condenar el castigo y demostrar el aislamiento de que es objeto por Estados Unidos, así como las consecuencias nefastas que para su población tiene el bloqueo. La resolución refleja, sobre todo, un consenso mundial sobre la cuestión. Una postura, recuerdan algunos expertos, que no es sólo una cuestión de relaciones internacionales, sino que está profundamente arraigada en el derecho internacional y en los principios de las Naciones Unidas.

La resolución de la Asamblea General también se ajusta a los principios de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, que subraya la importancia de cumplir las obligaciones de los tratados de buena fe y especialmente la prohibición de medidas coercitivas para obligar a un Estado a someter sus derechos soberanos.